jueves, enero 12, 2006

 

La noche de los muertos vivientes, versión 30 aniversario: porque yo lo valgo


Los aniversarios de acontecimientos destacables son situaciones claramente propensas a la recuperación social de ciertos mitos. Es como si todos nos pusiéramos de acuerdo en redescubrir personas, acontecimientos u obras que son respetadas, pero no siempre recordadas. Estas celebraciones suelen seguir unos patrones numéricos basados esencialmente en la centena. 10, 25, 50 o el propio 100 son los más comúnmente empleados. Recientemente acabamos de vivir el cuarto centenario del Quijote y concretamente este año se celebra el 125 aniversario del nacimiento de Picasso (que menudo viejo verde sería ahora, por cierto). Pero cuando lo que se está celebrando es un 30 aniversario hay algo que no encaja. ¿No queda demasiado cerca la celebración del 25º aniversario? Que aunque la cifra sea igualmente absurda, es más motivo de celebración. ¿Quién hay detrás de una celebración del 30 aniversario de una película como La noche de los muertos vivientes? De forma clara aparece ante nosotros la figura del infame John A. Russo. Este personaje fue uno de los principales responsables del rodaje de la versión original y, como podemos ver, se ha convertido posteriormente en uno de sus principales destructores. La pasión de este hombre por la obra (pasión, con p de pasta) le llevó en un primer momento a producir el decente (aunque excesivo) remake que Tom Savini llegó a dirigir: George A. Romero’s Night of the living dead. El hombre ya apuntaba una ligera sequedad de ideas, pero lo que es peor, una pérdida de respeto hacia la obra original. El remake en sí, aunque innecesario, no deja de ser un producto bastante llevable y decente, lo que parece que animó bastante al susodicho Russo. La inquietud de Russo hacia la película seguía creciendo, y es entonces cuando llega 1998. Russo (al que no se le dan mal los números) empieza a contar: 1, 2, 3… 14.. 15… ¡30! "Pero si hace 30 años que hicimos la peliculaza esa, hay que hacer algo". La idea de este hombre es reestrenar la película, pero añadiendo escenas, que eso siempre queda bien. El buen hombre recupera su bloc de notas y se pone a ver la peli, pensando todas las escenas que puede mejorar. Donde la original es dura, simple y directa; la versión que Russo maquina (y que con dos cojones conseguiría rodar) es chabacana, cutre y obvia. Ni siquiera hay un tratamiento de la imagen que camufle el material antiguo del rodado recientemente. De hecho, el actor que hace del primer zombi (escena clave del género) lo interpreta el mismo actor… ¡30 años más viejo! Ser zombi no fue nunca tan bueno para mi cutis. El gran referente del cine de terror masacrado desde el primer plano (y nunca se puedo decir mejor esa frase). Romero tiene poco que decir, pues en EEUU las películas son propiedad de los productores, y en ese momento la película no es de su propiedad. Es por este motivo que Russo tiene vía libre para hacer la película suya. En los créditos George A. Romero desaparece de la dirección (suertudo él), para asumir John Russo la autoría de semejante aberración (probablemente la duración de lasnuevas escenas sea la justa que permita tal modificación). En eso debemos valorar al buenazo de Russo, su valor (o su locura) no conoce límites. Por suerte para la humanidad, esta versión tuvo la misma repercusión que un mosquito chocando contra un parabrisas. La humanidad se libró de semejante infamia que, coñas aparte, debería ser material de obligado estudio en cualquier escuela de cine. De cómo el cine no es crear, sino esencialmente recortar lo creado. Una película que nos sirve para estar alerta y defender los grandes clásicos de nuestro género predilecto. Como comenté en el artículo sobre Uwe Boll, este género está siempre al límite del ¿ves como el cine de terror es mierda? Y tan solo películas como La noche de los muertos vivientes (y no muchas más) le otorgan dignidad. Esta versión es un escupitajo en nuestras caras, un puñetazo en la cara del Cine. Amamos el cine malo, pero este chiste no nos ha hecho ninguna gracia.

Enlaces: Crítica (en inglés)

Comments:
Recuerdo como si fuera ayer cuando intentamos ver este engendro hasta que acabó resultando imposible el visionado. Se hizo demasiado cuesta arriba y se tomó la acertada decisión de cambiar por Carlito's Way. Mira que nos hemos tragado basura, pero hasta nosotros conocemos nuestros límites. Espero con ilusión el siguiente artículo.

Saludos
 
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