viernes, enero 13, 2006

 

Maratón II: squeal like a pig!


Tras el gran éxito obtenido por la primera maratón, la llegada de una segunda parte era cuestión de tiempo. El concepto de maratón ya iba tomando forma, se iba depurando y empezaba a apuntar maneras. Aun así, la improvisación volvió a ser una de las claves esenciales que volvieron a definir este nuevo enfrentamiento a la exposición fílmica continuada. Las semanas anteriores, las conversaciones que mantengo con Lozzy van definiendo el rumbo de esta maratón, no tanto a nivel de contenido, sino más a nivel de horarios. Efectivamente debíamos alcanzar todavía una metodología que maximizase tal despilfarro de neuronas. La primera maratón tuvo dos errores de bulto: la hora de inicio y la programación de ciertas películas. En cuanto a la hora de inicio era obvio que el reto no podía empezar a las 11 de la noche, justo cuando más costaba aguantar el sueño. Adelantar el inicio de la maratón permitiría, manteniendo la hora de finalización, incorporar por lo menos dos películas más, pasando a siete el número de películas vistas. Cifra nada desdeñable por otro lado. En cuanto a la programación de la maratón tan solo teníamos clara la emisión de Capitán América y la trilogía de Regreso al futuro (cuyo pack había comprado hacía poco en la FNAC al módico precio de 10€, vamos, un chollo).

1. Capitán América (Captain America), 97 min. IMDb
2. Regreso al futuro (Back to the future), 111 min. IMDb
3. Regreso al futuro II (Back to the future, part II), 108 min. IMDb
4. Regreso al futuro III (Back to the future, part III), 118 min. IMDb
5. Defensa (Deliverance), 109 min. IMDb
6. The Unnamable, 87 min. IMDb
7. Killer klowns from outer space, 88 min. IMDb

> Tiempo total: 718 minutos (11 horas y 58 minutos)

Con este material en mi cartera, y posibles títulos extras, me dirigí de nuevo al piso de Lozz. Al llegar comprobé que todo iba viento en popa: la cantidad de patatas fritas era la adecuada (con su correspondiente dosis de aceitazo jodepantalones) y litros de Coca Cola llenaban la nevera de Lozz y compañía (mi también buen amigo Jorjales). La noche prometía repetir, o incluso superar, aquella primera y mítica maratón. Una vez acoplados en el infame sofá de Lozz empieza la primera película. Capitán América. Esta casposísima versión del gran superhéroe americano hizo las delicias de todos nosotros. La infamia de sus diálogos, la puesta en escena pueblerina y en especial las delirantes estrategias del supuesto héroe de escudo patriótico levantaron los ánimos de todos nosotros. Era el momento ideal para el gran plato fuerte de la noche (y por qué no decirlo, también de nuestras vidas): el visionado en sesión continua de la trilogía de Regreso al futuro. Y la verdad que la experiencia se convirtió en una pesada losa, a pesar del ritmo ágil y vivaracho de las películas de Zemeckis. Hay que tener en cuenta que la serie es muy buena, que las dos primeras son sencillamente geniales, pero el increíble bajón de la tercera, junto a sus largas duraciones (a dos horas cada una es un total de… ¡seis horas de viajes en el tiempo!), dejaron un sabor agridulce en nosotros. Nos costaba mantener la línea temporal de nuestra propia vida tras semejante demostración de desorden cronológico que superaba a la mismísima 21 gramos. El reto estaba logrado, pero necesitábamos más material y la lista no era excesivamente larga. Era el momento de arriesgar y probar con Deliverance. Yo había oído hablar de esta película como un enfrentamiento con el profundo sur, un mundo de de rednecks, banjos, miradas asesinas y escupitajos en el suelo. Toda una delicia para Lozz y para mí. Pues bien, Deliverance no sólo se convirtió en la estrella de la segunda maratón, sino también en película de culto para los dos. El excelente guión de James Dickey , la gran densidad de temas que trata y la brillantez de la dirección nos dejaron cautivados. La película en sí merece un comentario mucho más dilatado. Escenas como la de la violación (“squeal like a pig”, “gimme a ride”) o el ascenso por los riscos del río, se convierten inmediatamente en escenas de estudio y análisis. Tras esta maravilla, e igualado el récord de cinco películas, el cuerpo nos pedía más guerra. Deliverance nos había dado un subidón importante. Y lo aprovechamos para ver una de las clásicas cintas de videoclub que me había marcado de pequeño: The unnamable Mi pasión por H. P. Lovecraft me había llevado a alquilar bodrios de este nivel que, sin saber porqué, habían permanecido con una imagen positiva en mi cabeza. Introdujimos el deseado DVD (original, comprado en la tienda Freaks de Barcelona) y aquellas imágenes tan aplastantemente ochenteras (aunque cansinamente azuladas) endulzaron el sabor de la película. En The unnamable también destacó el making of incluido en el DVD, donde salían listas de las películas más alquiladas en 1987 (la nostalgia invadió ese apatatado salón) y lo que es mejor, reveló uno de los grandes hits musicales de los 80: Up there de Mark Ryder y Phil Davies (“up there, i can feel up there / holier than night / up there, it can see your FACE / watching you, watching you, watching you / up there / it’s sad and lonely / up there / i don’t wanna see inside”), exaltación del Casiotone como generador de hermosas y tiernas canciones. Llegados a este punto la maratón es un éxito clamoroso. Superarlo es solo cuestión de presionar el play, pues Killer klowns from outer space es un éxito garantizado y nos queda más que gozar de esta maravillosa y delirante película de los Chiodo Brothers. Su humor ochenteno y desenfadado sirve como colofón genial para una de las mejores maratones celebradas en casa de Lozz. De nuevo, contento por los resultados obtenidos, recojo mis cosas y salgo de esa saturada casa. El sol golpea mi adormecida cara, aún me queda un largo trayecto en metro, pero el éxito de esa noche quedará toda la vida grabada en nuestros corazones de freak. La maratón se volvió algo serio.

Comments:
Algo bueno tenías que tener mira tu. Lovecraft es un monstruo y las pelis basadas en él son infumables pero visibles. Por cierto en Valdemar edición gótica están sacando un obras completas del equilibrado escritor que tiene una pinta (y un precio) cojonudos.

En cuanto a Deliverance no se que es. Creo que deberías hacerte un ensayo clínico o algo para que sepan como es posible tragarse, no pollas no, sino los tres regresos al futuro de una sola vez, pero vamos, dado que trae recuerdos de una infancia pasada y que la verdad, las películas están muy logradas, pues bueno. Pero lo que ninguna madre toleraría de su hijo, ni siquiera la tuya, es que sea capaz de ver Capitán América y no cortarse las venas a continuación. Esta si que he tenido la suerte de verla fíjate y si me diesen la oportunidad, mataría al que la hizo. Pero nada de un tiro en la cabeza y ya está ya te vas del valle de lágrimas, no, en plan snaff, acido sulfúrico, extintores, palillos y tenazas. Ao así. Filmándolo que luego sacas una pasta.

Y una pregunta. Sólo cocacolas?. Nadie introdujo el imprescindible aroma a hachis que veladas de este calado exigen. Nadie le puso algo de ron para que la cocacola supiera a algo digno de ser debido. Es que no has aprendido nada?.

En fín. Servilmente suyo, el mago más poderoso de todos los tiempos se despide que tiene que ponerse bisbaporus en el pechito.

Se feliz
 
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